La desnutrición
infantil es uno
de los grandes problemas sociales que aqueja a la humanidad, más de 50
millones de niños menores de cinco años están afectados. El objetivo del
presente post es conocer e informar sobre los índices y lo que implica la desnutrición
infantil, siendo los más afectados los niños que viven en zonas rurales.
Este problema social se convierte en una de las principales fuentes de pobreza y
subdesarrollo ya que la desnutrición infantil afecta al
desarrollo integral del ser humano, afectando su salud, bienestar, y por lo
tanto privándolo de acceder a educación y productividad.
Además, es importante mencionar que los niños que se
desnutren en sus primeros años están expuestos a mayores riesgos de muerte
durante la infancia, y de morbilidad y desnutrición durante todo el ciclo
vital.
Según
el INEI, el porcentaje de desnutrición crónica infantil a nivel nacional es
19.5% al 2011 y 18.1% al 2012, sin embargo, estas cifras globales no expresan
la realidad de muchas regiones y zonas rurales pobres con cifras altísimas, por
ejemplo, 82% de niños ashánincas sufren desnutrición crónica y en la región
Loreto 33%; las regiones mineras lideran las tasas: Huancavelica
(52%), Cajamarca (36%), Apurímac (31%) y Ayacucho (28%). También en el ámbito
rural se registra 37%, más del triple del urbano (10.1%), y en la Sierra global
35%. Inclusive en Lima metropolitana (6.8%) es la misma tasa del 2005, donde
además 111,000 niños menores de 3 años padecen de anemia.
Por
esta razón, la desnutrición crónica infantil representa un grave problema en
nuestro país, y debe ser resuelto con mayor convicción y celeridad, principalmente
en las zonas más pobres puesto que genera impactos irreversibles, ocasionan más
y severas infecciones, menor crecimiento físico y desarrollo psicomotor
aumentando el riesgo de mortalidad infantil y materna, lo cual tiene un fuerte
impacto en el desarrollo social y económico.
Es momento que el Perú, reduzca la
desnutrición, abordando la nutrición desde los primeros años de vida. Es
fundamental un pacto político para no descontinuar los programas sociales a
largo plazo, y corregir donde se deba corregir. Considero que al país le falta reconocer
que el tema de la desnutrición crónica es un problema de todos y no solo del
Estado. Debemos participar en mejorar los niveles de educación nutricional. El
hambre oculta se debe a dos elementos: la falta de micronutrientes adecuados y
la escasa capacidad para poder educar adecuadamente a las familias, madres y
niños de lo que deben comer y cómo deben comer. Hay que combatir de manera
conjunta la desnutrición crónica desde la etapa de 0 a 3 años.
A continuación, se presentan
algunos artículos sobre el tema y en los cuales se basó el post:
UNICEF (2016). Situación
de la niñez. Recuperado el 23 de junio de 2016, de http://www.unicef.org/peru/spanish/children_13264.htm
Beltrán, A. (2014). Desnutrición
Crónica Infantil en el Perú: Un problema persistente. Recuperado el 23 de junio
de 2016, de http://srvnetappseg.up.edu.pe/siswebciup/Files/DD0914%20-%20Beltran_Seinfeld.pdf
Martínez, R. (2010). Impacto
social y económico de la desnutrición infantil. Recuperado el 23 de junio de
2016, de http://www.bvsde.paho.org/texcom/nutricion/LOW/LOW-3c.pdf
En lo personal sé de varios proyectos Que se vienen dando en la parte andina del Perú, los cuales ayudan a contrarrestar este problema, se trata de implementar un huerto en cada hogar con determinados tipos de plantas para darle una alimentación balanceada A toda una familia, también viene de la mano con la ganadería y sus buenas prácticas, pero es solo en las zonas andinas, la inversión no es por parte del estado y no se da en todo lugar, un claro ejemplo de la centralización del Perú.
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